El 8 de marzo de 1879, en su columna «Crónica local» del diario El Nacional, Abelardo Gamarra Rondó, apodado el Tunante, reseñó el bautismo de los bailes llamados «chilenas» como «marineras»:
No más chilenas.—Los músicos y poetas criollos tratan de poner punto final a los bailes conocidos con el nombre de chilenas; quieren que lo nacional, lo formado en el país no lleve nombre extranjero: se han propuesto bautizar, pues, los bailes que tienen el aire y la letra de lo que se lla[ma]ba chilena, con el nombre de Marineras.
Tal título tiene su explicación:
Primero, la época de su nacimiento será conmemorativa de la toma de Antofagasta por los buques chilenos —cuestión marina.
Tendrá la alegría de la marina peruana al marchar al combate —cuestión marina.
Su balance gracioso imitará el vaivén de un buque sobre las ajitadas olas —cuestión marina.
Su fuga será arrebatadora, llena de brío, endiablada como el combate de las dos escuadras, si llega a realizarse —cuestión marina.
Por todas estas razones, los nuevos bailes se llamarán, pues, marineras en vez de chilenas.
El nombre no puede ser más significativo, y los músicos y poetas criollos se hallan ocupados en componer para echar a volar por esas calles, letra y música de los nuevos bailes que se bailan, como las que fueron chilenas y que en paz descansen […].15
(ortografía original)
Dos décadas más tarde, en la sección «El baile nacional» de su libro Rasgos de pluma (1899), Gamarra señaló que «[e]l baile popular de nuestro tiempo, se conoce con diferentes nombres:n 1 se le llama tondero,n 2 mozamala, resbalosa,n 2 baile de tierra, zajuriana y hasta el [18]79 era más generalizado llamarlo chilena; fuimos nosotros los que […] creímos impropio mantener en boca del pueblo y en momentos de expansión semejante título, y sin acuerdo de ningún Consejo de Ministros, y después de meditar en el presente título, resolvimos sustituir el nombre de chilena por el de marinera».14
Entre fines del siglo XIX16 e inicios del siglo XX, el apelativo «chilena» siguió usándose;6 sin embargo, con la Guerra del Pacífico,5 6 la ocupación de Lima6 y la aparición de la llamada «Guardia Vieja», terminó por imponerse definitivamente el nombre de «marinera»,3 que fue declarada baile nacional.5
El 30 de enero de 1986, las formas coreográficas y musicales de la marinera en todas sus variantes regionales fueron declaradas Patrimonio cultural de la nación peruana por el Instituto Nacional de Cultura del Perú (INC),7 siendo ésta la primera declaratoria de este orden otorgado por el estado peruano. En 2012, el Congreso de la República del Perú declaró celebrar el Día de la Marinera el 7 de octubre, día de nacimiento de Augusto Áscuez Villanueva, uno de sus principales intérpretes.